EDUCACIÓN, VIOLENCIA, INTELIGENCIAS, PASIÓN POR ENSEÑAR Y APRENDER


Por LESBIA GONZALEZ – Psicóloga Jurídica y Forense, proponente de la PSICOLOGIA POSITIVA en Panamá.

Tras mi largo caminar por la vida, 50 años ya, he podido apreciar y constatar como simple humana, además como Docente, psicóloga y mujer los entuertos de la violencia, sus justificaciones, sus razones, su evolución y su constancia.

Aún proceso la necesidad enfermiza de algunos de justificarla, frases como “estoy aquí por los golpes de mi madre, unas cuantas nalgadas no matan a nadie, bastante que me dieron rejo y miren quien soy hoy, los hombres deben recibir más golpes para hacerlos fuertes, a las niñas hay que controlarlas o se zafan de su papel” y así otras leyendas rurales y urbanas, bueno no tan leyendas, hay gente que te enseña las cicatrices, otras las tienen en el alma y no lo saben, otras las expresan con sus miedos, depresiones, trastornos y pesares, algunos la revierten a otros y la perpetuán tanto como que crean que hacen bien, como la zona gris de no saber y los que saben que esta mal, pero no encuentran otra salida.

La violencia es herencia humana, viene en el ADN de la evolución tanto biológica, como la social, se necesitó mucha fuerza y astucia para llegar a hoy día y ese transcurso que, aún no termina, por supuesto, tuvimos la necesidad de ser violentos, la aprendimos también como herramienta social, más allá que la de sobrevivir, porque ahora la usamos en el deporte, en la supremacía de países, imposición de creencias y mucho más.

Sin embargo calladamente en cada uno de otros yace la también lo sublime, el amor, el cuidado, la bondad y como explica la ciencia esto, no lo explica, estamos aquí por ambas fuerzas, una inspiró salir adelante pese a obstáculos (nosotros mismos también fuimos obstáculos),  la otra nos unió en familia, clanes, grupos, sociedades, etc., nos unió, porque la bondad humana apareció cuando nuestro cerebro se transformó en cada vez más superior, no antes, cuando las necesidades básicas fueron suplidas, el ser humano avanzó a las necesidades de seguridad, cuando estás se lograron , la humanidad necesitó ser social más allá de la caza y la recolección, cuando estuvo en esta etapa, pensó en autorrealizarse a sí mismo y superarse) teoría de Abraham Maslow.

Sin embargo los resabios aún nos persiguen, no parecemos entender que podemos aprender y educar y disciplinar con amor, no nos tomamos el tiempo de analizar nuestras conductas agresivas, las damos por “normales”, si un niño no se aconducta, no falta quien te diga con dos… eso se le quita, también he oído pero que quiere que le haga?, así me criaron, es que hay otra forma?, los psicólogos han destruido la niñez, el código de la familia también, etc.

Por desgracia para los jóvenes sus referentes adultos no saben, copian y seguimos tal cual, en pleno siglo XXI el abuso verbal, físico, psicológico persiste en muchos lugares, los equivocados son los expertos. La cárcel, el cementerio, las pandillas, los hospitales y demás están llenos de toda esa gente castigada duramente y obviado su derecho. En terapia tenemos muchos frustrados, depresivos, ansiosos y demás, producto de ese maltrato.

Porque no entienden, no leen, no se documentan, en primera instancia, si realmente quieren criar otro ser humano, entendemos que es desarrollo y formación emocional, de inteligencias múltiples, ¿de discapacidad? Sabemos cómo afecta el gritarle a un niño, como un golpe es tomado más allá del impacto físico, sabemos de diferencias individuales?, de cómo lo que a ti te sirve a otro no y que aunque creas que te sirvió, guardas secuelas en tu alma, porque tal cual golpeas sin piedad aun ser indefenso, manipulable e incluso incapaz de entender porque lo tratan así y que tarde o temprano reproduce la misma conducta o lo que es peor para los que defienden la violencia: dejas de ser tú, hoy dices que eres quién eres por los golpes, quién eres?, eres realmente lo que pudiste ser, si hubieras recibido amor, comprensión cariño por tus habilidades te las reforzaron o eres lo que crees ser porque no te quedó más remedio.

Alto a la violencia verbal, física y emocional, enseñemos con el sello de un verdadero padre y madre: Disciplina con amor. Si la disciplina se puede conjugar con el amor, porque amar implica corregir y guiar, pero ninguna de las dos se relaciona con golpear, denigrar, destruir o marcar el cuerpo y el alma.

Se ha creado una controversia interesante, la escuela forma y la escuela informa y que no se puede hacer en casa lo de la escuela y viceversa.

El ser humano es integral, no está separado o seccionado, es cierto que en la escuela aprendes temas de diversas índoles, pero saber o conocer no es suficiente, el conocimiento por sí mismo no mejora nuestra calidad de vida, eso solo es información, la formación, por otro lado, nos hace mejor persona, nos da valores con los cuales construimos mejores ciudadanos. Todo maestro con vocación y amor a enseñar sabe que además de matemáticas y geografía necesitamos entender las responsabilidades, conocer y practicar la honestidad, la seriedad y enfrentar crisis, responder ante la adversidad; también todo maestro sabe que aprender a ser creativos, a pensar de manera crítica y reflexiva nos da herramientas para el éxito en la vida.

Ningún verdadero maestro se arriesgaría a enseñar por enseñar, a brindar conocimientos y punto, él sabe que va implícito en el aprendizaje: aprender a aprender primero, después aprender haciendo, luego aprender juntos y aprender a ser. Todo buen maestro sabe que, si no has aprendido a ser, nada de lo que viene después lo impactará, esa es la razón por la que la gente es violenta, está estresada, no encuentra su norte, no tiene éxito, está deprimida y llena de calamidades. Saber ser te ayuda a encontrar el camino y con este las respuestas a los avatares de la vida, pudiéndote convertir en una persona feliz aun en un mundo complejo y dominado por el sistema imperante económico de mercado y de compra venta, de lujos, electrónica, tranques y trabajos extenuantes, sin vida y mecanizados.

El Estado no puede entrar en los hogares tan fácilmente y obligar a los padres a educar a sus hijos con amor, apenas puede obligarlos a pagar pensiones alimenticias, casi ni puede ayudar a que planifiquen o cuiden de los que traen al mundo, menos puede hacer que aprendan en casa lo que se les enseña en la escuela, aun cuando en casa también podemos por lo menos enseñar lo básico.

Pero en la escuela el Estado está obligado a regular la enseñanza, a colocar buenos docentes, a capacitarlos para que se encarguen de enseñar, de formar e informar, a reforzar las buenas prácticas y valores que ya traen y ayudar a eliminar las que afectan el desarrollo de los jóvenes, la escuela sí puede y debe formar y es un lugar que reúne por más de nueve meses, cinco días a la semana, unas 5 horas por doce años, de manera obligatoria la mayoría de la juventud de un país. Qué mejor momento, lugar y oportunidad para formar y preparar a nuestros hijos para un mundo como el de hoy.

La inteligencia Humana es múltiple, podemos usar las capacidades de cada persona y trabajar sobre ese lienzo, desarrollando dichas habilidades y después nos ocupamos de las debilidades, o a la par, pues alguien que se sabe capaz, tiene mejor aptitud para aprender. Es mucho lo que en la Docencia podemos hacer para construir mejores sociedades si atendemos el principal elemento, que todos los seres humanos son capaces y extraordinarios y solo un buen docente amante apasionado de enseñar, sabe cómo descubrir, desarrollar y hacer florecer en cada indiovidu9o, todo lo que lograríamos si empezamos por ahí.


Las opiniones reflejadas aquí son responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de la Red de Investigadores en Creatividad e Innovación en Educación (RICIE) o de algún otro de sus integrantes.