La LEY SECA, Distracción, Adicción Y Salud Mental

Por: Lesbia González – Psicóloga Forense


Era de esperarse con nuestra cultura “chupistica” y los intereses “económicos” de muchos, que no aguantara mucho la famosa ley seca, leí todo tipo de opiniones desde la necesidad de refrescarse porque hace calor, hasta la de la importancia de la activación comercial de este producto.

La verdad abierta y sincera, el alcoholismo que está detrás y la venta asociada a ello, sin hipocresía o guardar proporciones, son simbióticas y se han convertido en la nueva necesidad de muchos panameños.

El comercio es de una importancia tan vital, que no importa lo que sacrifiquemos, con tal de mantener ese intercambio comercial, que claro es la excusa perfecta para hacerlo, detrás de mover el empleo y el dinero…

Pero como siempre la Salud Mental es dejada atrás y sin importancia alguna, puesto que la comprensión de que el alcoholismo es una enfermedad y el que conoce de cerca los efectos y los problemas sociales que causa, jamás aceptaría levantar la ley seca.

Sin embargo, defender tal levantamiento en base a los empleos que se salvan y el comercio que sea activa, frente a los múltiples problemas que causa tal enfermedad en la familia y el país, no es ni inteligente, ni sensato.

En los casos de alcoholismo, que no saben de como opera la enfermedad, hay un serio problema de permitir que consiga tan solo con oler volver al problema, la abstinencia beneficiaba a muchos que podía resistir, aun cuando no llevaran terapia, porque otros si requieren terapia y abstinencia a la vez, para poder controlar la enfermedad.

El alcohol es una droga y es legal, esa combinación es mortal, el ser humano a través de los años ha usado cada vez más drogas y no les importa lo letal que sean, si logra sentir las sesiones “agradables”  que lamentablemente luego se vuelven no solo desagradables, sino todas las consecuencias asociadas al consumo de seta droga, que se traduce en enfermedad en quien la padece de forma perenne de por vida y aun cuando deje de tomar, debe vivir restringiendo su vida para poder no caer en consumo otra vez.

Entendemos que, en plena ley seca, la gente vendía el alcohol, igual consumía con restricción, pero lo hacía, además había contrabando del licor; pero esa es excusa barata para vender alcohol.

Que no tienen imaginación para resolver este problema, que no se pueden reinventarse, que parte no entienden  de que es una droga, que es hipocresía frente a las otras drogas ilegales, produce peor daño y efecto, que parte no entiende que es una enfermedad y que debe ser abordada como eso, a esa gente se le da cura, no el producto, que parte no entiende que extienden más los problemas sociales, excusa barata que restringen la venta y que para lo “social”, todo es excusa para vender, para mover el comercio en detrimento y aprovechándose de los enfermos y de los van a enfermarse, que bien podría hacer entrado en una abstinencia natural que los hubiera ayudado.

Les señalo directamente y ojalá “Diosito siga siendo panameño” y el “remedio” no resulte peor que el alcoholismo, son unos mercenarios del comercio, sin importar la Salud Mental, la última que atienden en esta cultura y que aún no entiende a cabalidad que es lo primero que debe prevalecer para una verdadera pasa social y un país de primer mundo!

Para que quede claro, la Salud Mental no es la ausencia de enfermedad, según señala la OMS, la salud mental es parte integral de toda la Salud, eso es lo más importante de lo que creemos ya que es multifactorial socioeconómica, biológica o medioambiental entre otros. Por lo que tomar una decisión basada egoístamente en los pocos que toman con “moderación” o “bebedores familias” en los que hacen comidas con bebidas alcohólicas y por el manejo comercial. Si no toman en cuentan los aspectos de Salud mental, seguirán tomando malas decisiones a nivel de un país preocupado por sus habitantes.

Recuerden la OMS ya demostró que el alcohol SI afecta la Pandemia, lean atentamente los artículos y la página de la OMS. Atentamente!


Las opiniones reflejadas aquí son responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de la Red de Investigadores en Creatividad e Innovación en Educación (RICIE) o de algún otro de sus integrantes.